A día de hoy es incuestionable que los datos se han convertido en una materia prima de incalculable valor. Todo a nuestro alrededor está compuesto por datos (móviles, ordenadores, relojes inteligentes…) y gracias a ellos, las empresas consiguen llegar al consumidor con aquel producto o servicio que buscan o necesitan en un momento determinado. Sin duda, hemos avanzado de forma agigantada. No obstante, se está creando un mercado alrededor de todo que no deja indiferente a nadie.
Los data brokers o comerciantes de datos son empresas que tienen como objetivo recopilar datos de los usuarios para posteriormente, comercializar con ellos. Estos datos pueden venir tanto de registros públicos como de fuentes privadas y lo que hacen estas empresas es recopilar todos los datos posibles y agregarlos en una base de datos para poder crear un perfil lo más completo posible de los distintos usuarios.
Como con cualquier otro producto, mientras más completo, mejor. Así que ellos tratan de recopilar y ofrecer perfiles muy completos con información muy detallada como el historial sanitario, la tendencia religiosa o política o incluso, la capacidad económica. Puede parecer imposible que consigan estos datos ya que tú, como usuario, no los has compartido en la red, pero lo cierto es que es más accesible de lo que parece e incluso, puede que tú mismo hayas autorizado su recopilación.
No solemos ser conscientes de la cantidad de datos que compartimos sin darnos cuenta y es que nos ponen “fácil” caer en ellos. La forma de proceder de estas empresas es ofrecer servicios gratuitos a cambio de tu privacidad
Si bien es cierto, en España estas empresas aún no se han hecho un hueco ya que la Ley Orgánica de Protección de Datos y garantía de los derechos personales española es bastante estricta en cuanto a la forma de adquirir y difundir los datos. En otros países como EE.UU. el mercado de los data brokers está en plena expansión.
Hay mucha controversia con este tema ya que por un lado, todos esos datos permiten ofrecer productos muy precisos a las necesidades de los clientes pero por otro lado, la privacidad pasa a un segundo plano, estando toda tu información a disposición de las empresas.
Y tú, ¿de qué lado estás? ¿Te parece ético el trabajo de los data brokers? Queremos saber tu opinión.